Historia de terror El caso de la familia Perron

El caso de la familia Perron es una de las historias de terror reales que han servido como base para famosas producciones de Hollywood, en este caso, para la película “El Conjuro”, un éxito taquillero a nivel mundial, donde se exponen los sucesos paranormales ocurridos a una familia norteamericana que fue acosada por espíritus demoniacos, mismos que fueron investigados por Ed y Lorraine Warren, dos personajes muy reconocidos en el medio de lo sobrenatural.

La pesadilla de la familia empezó en 1971 cuando Roger y Carolyn Perron se mudaron a una granja colonial en Harrisville, Rhode Island, con sus cinco hijas. Ahí los espíritus comenzaron a manifestarse de inmediato. Estos eran mayormente benignos, algunos ni siquiera notaban la presencia de los nuevos inquilinos, pero, fueron ocho generaciones de personas las que vivieron y murieron en esa casa antes de la llegada de los Perron, y de todas estas energías que permanecieron, también hubo unas de las cuales cuidarse.

Entre los espectros más temidos y violentos, durante una sesión de espiritismo identificaron a Betsabé, una entidad maligna que quería tomar control de la madre de la familia Perron. Este espíritu aún se creía con poder sobre la casa, y buscaba acabar con la madre para quedarse con el esposo y las hijas. La señora Perron veía a este fantasma manifestarse frente a ella todas las noches, y aparte de mostrarle su horrenda forma, con una cara espantosa y deforme, el cuello roto y la cabeza caída, sin ojos ni boca; se dedicaba a atormentarla con fuego.

Según las leyendas locales, Betsabé existió y fue una mujer sospechosa de brujería, acusada formalmente de sacrificar un niño para el demonio y culpada sin pruebas de decenas de muertes misteriosas sucedidas en la propiedad mientras ella vivió ahí. Se dice que esta persona tuvo una vida miserable murió de anciana en 1885, lo preocupante de esto fue que aun después de su fallecimiento, las muertes no se detuvieron; en el lugar hubo suicidios, envenenamientos, ahogamientos, asesinatos, ultrajes, incluso cuatro hombres fallecieron congelados.

Con toda esta historia detrás hizo que todas las personas que habitaron la casa experimentaran la presencia de entidades sobre naturales, que a parte de acechar a las personas los inducían también a la muerte para que de cierto modo estos pasaran a formar parte de la comunidad de espectros que encantaban el lugar.

La familia Perron vivió en la propiedad durante diez años, y solo abandonaron el lugar cuando fue exorcizado, pero a diferencia de lo sucedido en la película El Conjuro, Ed y Lorraine Warren no pudieron sacar a los espíritus de la casa, y por esa razón toda persona que se mudaba ahí, solo la habitaba en periodos muy breves, dejando el edificio disponible por muchos años.